La Navidad es, naturalmente, una fecha de amor, acogida y unidad. Es un momento especial en el que reunimos a la familia y nos envolvemos en este egregor familiar. Sin embargo, sigue siendo habitual que no entendamos en profundidad el significado de esta fecha.
Más allá de los regalos y la cena, la Navidad es una oportunidad única para acoger a las generaciones pasadas y compartir el amor que hay en nosotros.
Es decir, el amor que proviene del centro del chakra del corazón, el que acoge y comprende nuestro pasado como parte esencial de nuestro aprendizaje. Ese amor que ve a los miembros de nuestra familia, por muy desafiantes que sean, con cuidado amoroso y que comprende una sencilla lección: dentro de su propia conciencia eran lo mejor que podían ser. Y eso está bien.
Puede que no sean perfectos, como tampoco lo somos nosotros, pero estas fueron las lecciones que nuestra alma vino a aprender. La Navidad es una oportunidad para perdonar, aceptar y acoger a nuestra familia y, por tanto, a nosotros mismos.
¡Feliz Navidad para todos ustedes y sus familias!
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