La desnudez del naturismo no tiene nada que ver con el comportamiento patológico del exhibicionismo, que es, en cambio, una parafilia (lo que antes se llamaba perversión), es decir, un interés sexual intenso y persistente distinto del interés sexual por la estimulación genital o por la actividad sexual con personas físicamente maduras y con consentimiento.
El exhibicionismo consiste en exponer los genitales a personas desconocidas y desprevenidas para excitarse sexualmente. El trastorno exhibicionista es un comportamiento impulsado por impulsos o fantasías exhibicionistas.
En contraposición y relacionado con él, existe otro trastorno parafílico, el voyeurismo: comportamiento consistente en lograr la excitación sexual observando a personas desnudas o que se desnudan o realizan actos sexuales.
Se trata de personas que, en contextos de desnudez, miran fijamente, experimentan excitación sexual y hacen que las personas observadas se sientan incómodas.
Todo esto es patológico y no pertenece al naturismo ni a un enfoque sano y natural de la desnudez.
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