jueves, 9 de junio de 2022

PROYECTO A.N.N.A: VISITA A PLAYA LOVERAS DE MARCONA (ICA/NASCA/AREQUIPA)

Por Leon Madero24/05/2022. Hace algún tiempo que no teníamos actividades. El viaje fallido a Colombia realmente nos dejo con el ánimo en el suelo. Por un mes no quería saber nada de nada. Se perdieron los pasajes y la estadía para dos personas, pero en algún momento me dije el show debe continua.

Tenía algunos días libres en el trabajo y pensé que se podría organizar una caminata en la zona de Nasca a 6 o 7 horas de donde yo trabajo. Mis amigos nudistas están en Arequipa y en Lima. Yo estoy por Abancay, de modo que Nasca era un perfecto punto de encuentro. Mandé las invitaciones respectivas con poco tiempo de anticipación y mis hermanos nudistas respondieron con «inusitado» entusiasmo al llamado. Celso de Lima. Edith de Cañete, Aldo de Camaná y Flor de Arequipa.

El día acordado por la noche Flor partió de Arequipa a las 8:30 pm; Celso hizo lo mismo desde la gran Lima, a la 1:00 am, tenía la misión de recoger a Edith de su casa en Cañete lo que hizo aproximadamente a las 3:00 am. Como a las 4:00 am estaban en el terminal esperando un bus que los llevaría a Ica. Yo había salido a las 9:00 pm la noche anterior y a las 4:00 am ya estaba en Nasca.

Me bajé del bus en el óvalo, (un lugar conocido de la ciudad porque ahí paran los buses interprovinciales), y me fui a «hacer hora» a la plaza principal de Nasca, era muy temprano para conseguir un hotel, todavía quedaba unas horas antes que llegara nuestra amiga Flor de Arequipa. La madrugada no estaba muy cálida en Nasca pero de alguna manera logré mantenerme caliente dando vueltas en la plaza eludiendo a las barrenderas que a esa hora iban limpiando banca por banca el centro de la plaza que es un círculo con bancas alrededor. Mientras amanecía pensaba en cuál sería el lugar donde haríamos nuestra caminata nudista. En estos trotes el servicio de mapa de «google» es muy útil. Indagando encontré que había un lugar llamado Cerro Blanco que es la duna, según el internet que todo lo sabe, más alta del mundo. Revisé los videos en «youtube» y parecía un buen sitio para hacer una caminata. También surgió la idea de ir a «El cañón de los perdidos» que está en la zona pero se fue desvaneciendo poco a poco ya que para ir ahí necesitábamos partir desde Ica y conseguir una movilidad todo terreno. Cuando rayaba el sol en Nasca yo ya iba regresando al Ovalo, Flor de seguro ya estaba cerca. Como a las 6:30 ella bajaba del bus algo adormitada y yo la recibía con un abrazo y la alegría de ver a alguien querido que hace tiempo que no ves.

Nos fuimos a buscar un hotel en donde nos alojaríamos todos. ¿Y Aldo? Aldo tuvo un problema con sus pequeños, al parecer se pusieron mal, había que atenderlos y eso no le permitió salir la noche anterior. Pero él estaba muy entusiasmado en participar de modo que una vez que se solucionó el problema llamó y dijo que al día siguiente de todos modos nos alcanzaba. Por otro lado, Celso y Edith se encontraron con un problema en la carretera que retraso su llegada por casi tres horas a Ica. Desde allí se comunicaron como a las 9:30 am avisando que llegarían a Nasca en dos horas más. A las 11:30 am, mas o menos, los recibimos con Flor en el terminal de Soyuz. Celso con la actitud que lo caracteriza y Edith un poco cansada por el viaje. Después de los saludos nos fuimos al hotel, para que se instalen, los vimos realmente cansados de modo que pensamos dejarlos descansar un poco hasta la hora del almuerzo, que ya no faltaba mucho. Con Flor salimos un rato a ver la plaza y conocer un poco. A nuestro retorno Edith y Celso dormían plácidamente. Después de lidiar con ellos, sobre todo con Edith, para que se levantasen, salimos a almorzar cerca del hotel. Durante el almuerzo todavía estábamos en la disyuntiva acerca de qué íbamos a hacer durante la tarde y del lugar a donde iríamos ya que queríamos aprovechar lo que quedaba del día. La actividad principal, (ascenso a Cerro Blanco), todavía se iba a realizar al día siguiente.

Las posibilidades estaban entre un sitio llamados Lomas y las playas de Marcona. Rápidamente se descarto la primera opción, preguntamos y el pasaje nos resultaba demasiado caro, así que nos tuvimos que decidir por Marcona que estaba supuestamente a una hora aunque el viaje duró mucho más de eso. Todos dormimos en la minivan hasta llegar a Marcona. Inmediatamente de bajar del transporte notamos la gran diferencia de temperatura. Nosotros habíamos ido muy ligeros de ropa y nos recibió una brisa más que fresca. Caminamos unos pasos sin saber a donde ir. Nuestro objetivo era ir a la playa más lejana que hubiera disponible; como ya se puede ver no nos gustan los lugares solitarios. Indagamos un poco y la playa más lejana era Loveras. Un mototaxista venezolano bonachón se animo a llevarnos a los cuatro hasta allá por 20 soles. Unos minutos después estábamos recorriendo las calles ordenadas y limpias de Marcona para luego salir de la ciudad y tomar un carretera que atravesaba una zona desértica y que se dirigía al mar. Después de casi media hora de camino, el mototaxi dio una curva a la derecha y empezó el descenso a una playa espectacular.

Celso en Loveras

Nos bajamos del mototaxi y solo atinamos a pedirle que nos recoja a las 6:30 pm. no había otra forma de volver. En se momento era cerca de las 4:00 pm. En la playa había muy pocas personas. A lo lejos se divisaban algunas cuantas y unos motociclistas que parecía que ya se iban. Cuando llegamos todavía se veían los rayos del sol pero poco después el sol se oculto entre las nubes. Caminamos un poco hacia al lado contrario en el que estaban las personas y al avanzar parecía que había otra playa después de una zona pedregosa en la que se acercaba el acantilado al mar por el lado izquierdo y se levanta el terreno formando una especie de cuevas o túneles inmensos del lado derecho. Pasamos el limite de la playa y efectivamente encontramos otra hermosa playa. Para eso, el sol ya estaba totalmente oculto por las nubes y soplaba una brisa frígida desde el mar. Realmente hacía mucho frio, pero ya estábamos ahí, teníamos que hacer nuestra caminata. La playa era muy amplia y parecía que al terminar había otra. No se veía a nadie y a pesar que si habían huellas de vehículos frescas decidimos iniciar allí nuestra caminata. El dilema de siempre se presentó, dejamos una parte de la ropa o la llevamos. Finalmente decidimos llevar solo lo básico y necesario en una maleta y dejar el resto ahí escondido detrás de una piedra.

Para iniciar tomamos algunas fotos con Edith con el fondo de las cuevas que ya mencionamos, ella estaba literalmente tiritando, Celso estaba más allá revoloteando para entrar en calor, yo también ya estaba en modo nudista y Flor que estaba síntomas de resfrío tampoco quiso quedarse atrás, aunque por alguna razón no se quitó el gorro y se dejó una manta en el pecho. Así empezamos a caminar, yo llevaba una pequeña maleta, Celso absolutamente nada ni siquiera sandalias, Edith solo unas sandalias negras más su celular y Flor como ya dijimos ataviada con un gorro y una manta sobre el pecho. Avanzamos a paso algo ligero como para entrar en calor. En la medida que avanzábamos se fueron tomando algunas fotos y grabando algunos videos. Flor en muchas ocasiones hizo de fotógrafa. Ella no aparece en las fotos pero participó activamente durante toda la caminata. Llegamos al fondo de la playa y se abría otra playa similar. En esa playa el cerro se acercaba un poco y había como caminos que subían hacia arriba. Seguimos avanzando y de pronto una moto pasó por la parte de arriba. No estábamos tan lejos de la civilización -nos dijimos-. Aún así, nos decidimos a subir hasta la parte alta, seguramente la vista era muy buena desde arriba. Agarramos un sendero y empezamos a subir. En la mitad de la cuesta tomamos algunas fotos más. Llegamos hasta arriba con cierta dificultad y descubrimos que había una carretera, eso explicaba lo de la moto, un poco más allá había como una caseta de vigilancia y en el fondo algunas torres con aspas de viento que al parecer son parte de un central de energía eléctrica que funciona a partir del movimiento de esas aspas que recuerdan mucho a los molinos de viento que están en el ideario popular. A pesar de ello nos quedamos un rato allí disfrutando la vista y tomando unas fotos. Flor se había quedado cerca de la orilla entre las piedras sacando fotos o quien sabe qué.

Bajamos nuevamente con dificultad, la cuesta era bastante empinada. y decidimos seguir caminando. A esa hora todos parece que ya nos habíamos adaptado al frio. Avanzamos hacia el final de la playa en una zona cada vez mas pedregosa. Nosotros veníamos con un nudista descalzo y las piedras en el camino no dejaban avanzar a la velocidad que habríamos querido. Pasamos a la última de las playas y ya casi no había arena ahí, era tarde y cada vez hacía más frio. Pero el paisaje era espectacular, Hay muchas piedras que sobresalen del mar. Rocas de tono marrón inmensas y pequeñas que como dije ofrecen una vista inigualable. Seguimos avanzando hasta la zona del fondo en donde parecía había el paso a otra nueva playa, pero al acercarnos nos dimos cuenta que no había mas playas. Ahí se terminaba nuestra caminata. Teníamos todavía los ánimos de tomar algunas fotos finales y así lo hicimos. A mi me preocupaban mucho los pies de nuestro amigo Celso, pero a él no parecía preocuparle mucho.

Edith en la playa Loveras, al fondo Celso

Después de sacar las ultimas fotos Edith, quizás las mas friolenta del grupo, tiró la toalla y pidió se le concediera ponerse la ropa. Con esas condiciones climáticas, estaba totalmente justificada su solicitud. Oficialmente había terminado la caminata nudista, de modo que yo también me puse las dos prendas que traía en la maleta, un polo y un pantalón corto deportivo, que realmente no hacia mucho la diferencia. Nuestro amigo Celso mas bien resistió a la tentación e inició el retorno en modo nudista, al parecer tampoco había llevado ropa para ponerse. Florcita más resistente de lo que parecía solo se puso la parte de arriba más una casaca. Ella que también es aficionada a las fotos continuó haciendo fotos de ella y de las piedras durante todo el retorno. Así caminamos un tanto apurados y al llegar al punto de inicio la luz del día ya era muy tenue. Buscamos las cosas que habíamos dejado y nos dirigimos al lugar en donde nos recogería el mototaxi. Todavía faltaba para la hora pactada pero el buen mototaxista tuvo el buen criterio de venir antes de lo acordado. Cuando bajó por el camino ya era de noche. Realmente estábamos agradecidos al verlo, si no regresaba no se que hubiéramos hecho. Subieron las chicas tal como estaban y nosotros tuvimos que subir a pie la cuesta hasta la parte de arriba. El mototaxi no hubiera subido con los cuatro. Ya en la cima Florsita se termino de vestir y iniciamos el retorno. Llegamos al paradero de minivanes, y ahí nos esperaba una para retornar a Nasca. Nuevamente dormimos durante el camino hasta llegar a Nasca cerca de las 8:00 pm.

Bajamos de la minivan cansados pero satisfechos de haber cumplido con la misión. Era hora de ir a comer a alguna pizzería para cumplir el deseo de nuestra querida Edith Rodríguez. En ese momento Aldo ya se encontraba como a una hora de Nasca

https://actividadnudista.com/visita-playa-loveras/

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